Estos son los malos hábitos al volante que la DGT pide corregir

Pese a que algunos de ellos los asumimos con cierta normalidad, la realidad es que pueden suponer un importante problema de seguridad tanto para el propio conductor como para el resto de vehículos que se encuentran a su alrededor. La DGT solicita corregirlos para evitar posibles consecuencias.

Cuando estamos circulando con nuestro vehículo, la propia rutina provoca que en muchas ocasiones asumamos ciertos malos hábitos con normalidad. Sin embargo, en muchos casos estos comportamientos pueden tener graves consecuencias, como advierte la propia DGT en su página web.

Conocer cuáles son estos comportamientos es el primer paso para que podamos corregirlos y evitar ponernos en peligro tanto a nosotros mismos como al resto de vehículos o peatones con los que compartimos calzada. Por ello, a continuación te contamos algunos de los que la DGT ha detectado durante los últimos años.

persona conduciendo un coche

Algunos hábitos que debemos corregir

Una de las principales conductas que la DGT identifica y que necesita de corrección inmediata es el clásico gesto de conducir con una mano. Debemos tener en cuenta que la posición correcta para coger el volante siempre es en la posición de las 10:10 de las agujas del reloj. De este modo, tendremos capacidad de maniobra suficiente ante cualquier situación con la que nos encontremos.

A continuación, se encuentra el uso del carril izquierdo. Es habitual cuando circulamos por vías con varios carriles que muchos conductores utilicen el carril izquierdo para ir más rápidos, incluso cuando no se ha iniciado el movimiento de adelantamiento. No obstante, este comportamiento puede crear una serie de situaciones de riesgo que es mejor evitar.

La DGT también pide que prestemos una especial atención a los gestos que hacemos con los pedales cuando necesitamos frenar. No debemos pisar el pedal del embrague con demasiada antelación antes de un semáforo o de una señal que nos obligue a detener nuestro vehículo. Recorrer metros en punto muerto, con el embrague accionado, puede provocarnos una inmediata pérdida de tracción. Debemos ir reduciendo la velocidad levantando el pie del acelerador hasta que el vehículo se detenga. Incluso, si es necesario, también podemos ir reduciendo a marchas más cortas.

La visibilidad

Cuando nos aproximamos a un paso de peatones, debemos asegurarnos que tenemos toda la visibilidad posible para ser capaces de reaccionar a cualquier situación que nos podamos encontrar. Como es, por ejemplo, cuando un peatón demuestra la intención de cruzar por el paso de cebra. Un mal comportamiento en este tipo de situaciones puede traducirse en una consecuencia que podría llegar a ser letal. Debemos aproximarnos a la velocidad adecuada y siempre estar preparados para detener nuestro vehículo si observamos a algún peatón que se aproxima.

La distancia de seguridad es otra de las advertencias que lanza la DGT. La distancia correcta entre dos vehículos debe ser, como mínimo, de dos segundos con respecto a un punto fijo. En el caso de que exista mal tiempo o el asfalto se encuentre mojado porque hay mucha humedad o ha llovido recientemente, esta distancia debe ampliarse hasta encontrar aquella que nos permita maniobrar en caso de ser necesario.

Aspectos como el cinturón de seguridad o el uso de los intermitentes también centran la atención de la DGT. En el primer caso, es obligatorio abrochar el cinturón siempre que estemos dentro del vehículo. En cuanto a los intermitentes, también es importante que los empleemos de manera correcta para informar al resto de conductores que nos rodean de nuestras intenciones. De lo contrario, estaríamos en disposición de vernos involucrados en diferentes situaciones de riesgo. No obstante, conviene recordar que los intermitentes activados únicamente expresan intención, pero en ningún caso otorgan al conductor la prioridad como norma general.

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