Entre las muchas empresas que llevan el sello de Elon Musk, SpaceX se está convirtiendo en una referencia para el mundo entero. Su última demostración de progreso tecnológico y científico deja bien claro, una vez más, que te puede gustar más o menos cómo rompen los tabús del sector, pero es obvio que están consiguiendo grandes cosas. Para muchos expertos, son capaces de auténticas proezas.
El pasado fin de semana el perfil en X de SpaceX estaba que echaba humo. Había de por medio el intento de hacer historia con una maniobra que podría dar la vuelta al mundo. Y la empresa ha aprovechado el tener todos los focos encima de ella. Porque, ya habiendo dejado las explosiones y fallos del pasado enterrados entre las noticias, lo que han hecho ha sido triunfar.
Digno de una película
Si echas un vistazo al vídeo, el cual te dejamos embebido a continuación para que lo puedas ver de la mano de la propia publicación que ha hecho Elon Musk, te sorprenderás. Hay que ser objetivos y reconocer que SpaceX cometió errores en el pasado y que sus pruebas no siempre salieron bien. Pero últimamente están clavando cada uno de los progresos que intentan llevar a cabo. El margen de acierto es enorme y, cuando fallan, como ocurrió ligeramente hace poco, reaccionan con rapidez para descubrir qué ocurrió.
https://x.com/elonmusk/status/1845467052443828579
Que la torre de SpaceX tuviera la capacidad para agarrar el cohete propulsor de la empresa en el momento en el que este baja a la Tierra, era algo que estaba en el roadmap. Tenía que ocurrir, puesto que eso cambiaría de forma enorme la manera en la que se reutiliza su tecnología y se ahorran recursos. Ya no se trata de calcular dónde caerá el propulsor, sino de agarrarlo cuando cae como si estuviera bajando para posarse sobre una nube de algodones. Y todo puede parecer desproporcionado, pero el vídeo es pura poesía. Conseguir ese nivel de precisión con el enorme peso del cohete y la fuerza que se hace de por medio, parece algo imposible.
Con suavidad y mucho cuidado
Hay algo, mientras estamos viendo el vídeo, que provoca que parezca una animación, algo que no ha ocurrido y que simplemente se está generando ante nosotros. No es otra cosa que esa delicadeza con la que el cohete de 70 metros de alto, un edificio en sí mismo, cae del cielo y se va acercando a la torre para que lo sujete con cuidado y así quede estable. La torre tiene dos brazos y una base inferior que se ocupan de que el cohete propulsor quede a buen recaudo y que SpaceX ya lo tenga listo, en cierta medida, para utilizarlo de nuevo.
Lo más llamativo es que este ha sido el primer intento de SpaceX de agarrar el cohete. Para conseguirlo, la propia empresa destaca el enorme esfuerzo que han llevado a cabo distintos ingenieros y especialistas, quienes a buen seguro han puesto muchas horas de esfuerzo en el proceso. Antes de acabar el año, SpaceX repetirá la prueba para comprobar si todo sale bien de nuevo. Será algo importante, ya que la reutilización de este Super Heavy Booster es crucial en los planes que tiene la entidad a largo plazo.
Necesitan poder hacer muchos lanzamientos, recuperar los cohetes propulsores y así ir continuando con el proceso. A corto plazo, el siguiente gran objetivo es la misión Artemis III de la NASA. En ella, se utilizará este cohete propulsor para llevar la nave Starship Human Landing System a la órbita de la Luna. Será una versión modificada de Starship en la cual viajarán cuatro astronautas. Pero incluso si este proyecto ya es ambicioso de por sí, Elon Musk todavía mira más lejos.
Sus últimas declaraciones, que combinan el optimismo, la fantasía y la ciencia, apuntan a que el importante progreso que han realizado con la captura al vuelo del cohete propulsor, pondrá rumbo a la vida multiplanetaria. Porque lo que ya visualiza el ejecutivo es un futuro en el que los humanos se desplacen a otros planetas para iniciar vidas fuera de la Tierra. Que se pueda recuperar el cohete propulsor con efectividad y rapidez, ayudará a que sea más fácil enviar naves y naves. Para eso todavía queda y, cómo no, parece imposible. Pero como decíamos, SpaceX está demostrando que el término imposible, últimamente, se queda un poco obsoleto.